Infinigate Iberia advierte de un cambio de etapa en el que la velocidad, la inteligencia artificial y la cultura de seguridad tendrán un papel cada vez más determinante en la protección digital de las organizaciones.
La digitalización ha desdibujado los límites tradicionales. Los ciberataques avanzan al mismo ritmo que la información y los usuarios se conectan desde cualquier ubicación, lo que ha ampliado la superficie de exposición y ha incrementado la presión sobre la continuidad de negocio.
Según explica Reinaldo Rodríguez, director general de Infinigate Iberia, el desafío actual va más allá de la tecnología: “Hoy no se trata solo de tecnología, sino de velocidad: la velocidad a la que cambian las amenazas, los entornos y la capacidad de respuesta de las empresas”.
Cinco tendencias clave para 2026
Infinigate Iberia ha identificado cinco líneas que, en su opinión, definirán la evolución de la ciberseguridad el próximo año:
1. Anticipación como norma.
Las organizaciones deberán adoptar un enfoque claramente proactivo, reforzado por inteligencia de amenazas, análisis predictivo y correlación en tiempo real. La inteligencia artificial se perfila como una herramienta clave para priorizar riesgos y mejorar las decisiones de seguridad, aunque sin sustituir el juicio humano.
2. Zero Trust como práctica generalizada.
Este modelo dejará de verse como una tendencia para consolidarse como principio operativo. La seguridad se basará en gestionar la confianza de manera continua, validando cada usuario, dispositivo y conexión en función de su contexto.
3. Observabilidad para entender y actuar.
La observabilidad ganará relevancia al permitir no solo identificar lo que sucede en la infraestructura, sino también comprender por qué ocurre y cómo responder de la forma más eficaz.
4. La confianza como nuevo vector de riesgo.
El factor humano continúa siendo el origen de muchas brechas. Fortalecer la cultura de seguridad y situar a las personas en el centro será fundamental para reducir la exposición y mejorar la capacidad de detección temprana.
5. Colaboración como defensa esencial.
En un entorno global y conectado, ninguna organización puede protegerse por sí sola. El intercambio de información y la cooperación entre fabricantes, partners y clientes se convierte en una necesidad estratégica para mejorar la visibilidad y la respuesta.
Infinigate Iberia destaca que su papel como mayorista especializado pasa precisamente por facilitar esa colaboración y ejercer como nexo de confianza en el ecosistema de ciberseguridad.
















