Un nuevo estudio de Genetec, basado en las opiniones de más de 5.600 expertos mundiales, revela las últimas tendencias en seguridad electrónica. Entre otras cosas, recoge el estudio que, a medida que las organizaciones exploran soluciones en la nube para la seguridad electrónica, muchas optan por una estrategia híbrida que se adapte a sus necesidades operativas, limitaciones presupuestarias y requisitos de almacenamiento. Se trata, aseguran desde la compañía, de un enfoque flexible y pragmático que permite gestionar datos y aplicaciones críticas tanto en las instalaciones como en la nube.
Rafael Martín Enríquez, Director Sales South Europe de Genetec, presentaba los datos del informe en una reunión con la prensa especializada comentando que la Seguridad Física ha evolucionado, que ya no sólo protege cosas y personas, sino que vela por la continuidad de negocio; “la seguridad física forma parte del negocio”, aseguraba, explicando además que los proyectos ya involucran al departamento de IT.
Recoge el informe de Genetec que el 43 % de los usuarios finales planea adoptar un modelo híbrido en los próximos cinco años, en comparación con el 18 % que prefiere soluciones totalmente basadas en la nube y el 17 % que mantendrá un enfoque completamente local (on-premise). Esta inclinación hacia la nube híbrida también es respaldada por los consultores y socios de canal, ya que el 66 % de los consultores planea recomendar este enfoque en el mismo período.
En Europa, los mercados maduros están priorizando la modernización de sistemas heredados como su principal objetivo para 2025, un enfoque que, a nivel global, ocupa el cuarto lugar en preferencias. Además, el 55 % de los usuarios finales europeos afirma que no almacenará video en la nube para esa fecha, un porcentaje considerablemente superior al promedio global del 33 %. Esto evidencia un enfoque más reservado hacia la adopción de la nube en comparación con otras regiones.
El sur de Europa (Portugal, España, Italia, Grecia, Albania, Malta y Chipre) enfrenta desafíos específicos. En 2024, el 45 % de los usuarios finales reportó presupuestos estancados, en contraste con el 25 % del promedio europeo. Los costos se identificaron como la principal barrera para la adopción de la nube, señalados por el 58% de los usuarios del sur de Europa frente al 35 % a nivel global. Además, los riesgos de ciberseguridad también fueron un factor destacado en esta región: el 35 % de los usuarios los mencionó como una causa de retraso en la adopción, en comparación con el 24 % en toda Europa, donde esta razón ocupó el sexto lugar en importancia.
Deja claro el informe que hace una década los sistemas de seguridad electrónica en las grandes organizaciones solían ser gestionados por personal especializado en departamentos de seguridad. Sin embargo, con la creciente adopción de soluciones en la nube e híbridas, el aumento de las ciberamenazas y la necesidad de integrar la seguridad electrónica con la digital, los equipos de TI han asumido un rol cada vez más relevante en la adquisición e implementación de sistemas de seguridad electrónica. “La línea entre el mundo IT y la seguridad física es cada vez más delgada”, aseguraba durante la presentación Rafael Martín, añadiendo que ya se habla el mismo idioma.
Según el informe, el 77 % de los usuarios finales indica que los departamentos de seguridad electrónica y de tecnologías de la información (TI) ahora colaboran estrechamente. Además, los equipos de TI están desempeñando un papel más importante en el proceso de compra: más del 50 % de los usuarios finales, integradores de sistemas y consultores afirman que los equipos de TI participan activamente en las decisiones de compra de seguridad electrónica.
El informe muestra también un aumento considerable en el interés por adoptar IA en la seguridad electrónica, con un 37 % de los usuarios finales planeando implementar funciones impulsadas por IA en 2025, frente al 10 % en 2024. Sin embargo, el sur de Europa es la región menos inclinada a integrar la IA en los sistemas de seguridad electrónica, con un 57 % que indica no tener planes de hacerlo, probablemente debido a preocupaciones sobre su uso malintencionado (el 53 % lo considera una amenaza, frente al 38% a nivel global).
Este creciente interés general refleja un enfoque estratégico orientado a objetivos. El 42 % de los usuarios finales ve la IA como una herramienta para optimizar las operaciones de seguridad, centrando sus esfuerzos en aplicaciones prácticas como mejorar la detección de amenazas y automatizar procesos rutinarios. El objetivo final es lograr una automatización inteligente.