El Sistema de Nombres de Dominio (DNS) es el sistema que hace posible las comunicaciones por Internet, ya que se encarga de traducir las direcciones web que introducimos en el navegador en direcciones IP que puedan ser interpretadas por los dispositivos de red. Cada vez que se visita un sitio web, se envía un correo electrónico o se accede a una aplicación, es el sistema de DNS el que permite acceder al destino correcto. Al ser un sistema crítico, es también un objetivo prioritario para los cibercriminales, que tratan de utilizarlo como herramienta para propagar malware y lanzar ataques a gran escala.
A pesar de este papel crucial, la securización del sistema DNS y su uso de manera proactiva como herramienta de protección no parece ser una prioridad para los responsables de ciberseguridad de las organizaciones. Los nombres de dominio se han convertido en un elemento fundamental de la cadena de suministro de cualquier actividad cibercriminal, ya que es un componente que los actores maliciosos pueden escalar de forma asimétrica y utilizar contra los sistemas de ciberdefensa. Estos pueden escalar registros y ocultar ubicaciones a través de sistemas de alojamiento, lo que les da una ventaja sobre los sistemas de seguridad tradicionales. Pero con la inteligencia adecuada, DNS se convierte en una herramienta de defensa privilegiada, ya que al interrumpir la cadena de suministro, se interrumpe la acción maliciosa.
el 92 % del malware que circula hace uso de DNS como parte de la cadena de suministro de sus operaciones
De qué modo los cibercriminales sacan partido del sistema de DNS
Al ser DNS un servicio de red crítico, los actores maliciosos tratan de utilizarlo fraudulentamente para tomar y mantener el control de activos de TI comprometidos, que después usan en sus campañas. Según un informe de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU.), el 92 % del malware que circula hace uso de DNS como parte de la cadena de suministro de sus operaciones. Sin embargo, el uso fraudulento va mucho más allá del envío de mensajes de command and control a equipos comprometidos. A continuación, se muestran algunos ejemplos de cómo los actores maliciosos han desarrollado estrategias para sacar aún más partido de DNS:
- Lookalike Domains: se utilizan dominios similares a otros legítimos para suplantarlas y engañar a los usuarios, a los que se dirige a sitios de phishing o de malware. El 66% de las campañas de phishing utilizan Lookalike Domains debido a que así se logra una mayor tasa de éxito en las campañas de malware. Los actores de amenazas especializados, como Loopy Lizard, se convierten en proveedores especializados que proporcionan este servicio a otros actores maliciosos.
- Sistemas de distribución de tráfico (TDS): actores maliciosos utilizan DNS para crear redes de distribución masiva de malware. Actores como Vextrio Viper son proveedores de TDS para un gran número de actores maliciosos, que los utilizan como parte de su infraestructura para realizar campañas. La compleja red de dominios DNS permite a estos actores trasladar sus actividades fácilmente desde un grupo de dominios a otro.
- Secuestro de dominios, aprovechando configuraciones incorrectas del sistema DNS: las configuraciones de seguridad DNS incorrectas o deficientes permiten a actores maliciosos tomar el control de los dominios y usarlos en sus campañas. Actores como Horrid Hawk se especializan en secuestrar dominios legítimos de organizaciones que no tienen adecuadamente protegidos sus espacios DNS autorizados.
- Algoritmos de generación de dominios registrados (RDGA): Consiste en la automatización del proceso de registro de dominios, lo que permite crear diariamente miles de ellos y dificulta el rastreo de amenazas. Actores como Revolver Rabbit proporcionan este servicio a otros actores, que los utilizan para crear todo tipo de campañas maliciosas.
- Acortadores de URL maliciosos: Estos sistemas crean direcciones web acortadas maliciosas que redirigen al usuario a sitios fraudulentos, en los que son víctima de campañas de phishing o malware. Actores como Prolific Puma ofrecen este servicio de acortamiento a otros actores maliciosos, que los usan como parte de su infraestructura a la hora de crear campañas de malware.
Estas técnicas permiten a los cibercriminales operar en la sombra, eludiendo las medidas de seguridad tradicionales y escalando sus ataques con un mínimo esfuerzo.
Por qué DNS es una herramienta poderosa para los actores maliciosos
El DNS está en el punto de mira de los actores maliciosos porque es una parte fundamental de la infraestructura de Internet que a menudo no se controla. Es fácil de manipular, difícil de rastrear y permite a los atacantes escalar sus operaciones rápidamente. El tráfico del DNS suele ser fiable, lo que lo convierte en un canal atractivo para ciberamenazas como el phishing, la distribución de malware y la exfiltración de datos. Muchas soluciones de ciberseguridad o bien carecen de la experiencia o de un enfoque específico en DNS, lo que ayuda a que los actores maliciosos puedan ocultar sus actividades, mientras ejecutan sus campañas a escala industrial.
Por qué los enfoques de seguridad tradicionales no funcionan
Bloquear un único dominio malicioso no sirve de mucho, ya que los cibercriminales, que utilizan amplias infraestructuras como sistemas de distribución de tráfico (TDS), pueden migrar instantáneamente de unos a otros dentro de la infraestructura. Por su parte, las herramientas de seguridad convencionales a menudo detectan malware solo después de que ya ha infectado un sistema, lo que hace que las organizaciones sean reactivas en lugar de proactivas. Este problema se conoce como «paciente cero», es decir, el malware y phishing consiguen alcanzar sus objetivos antes de que se activen las defensas. Gracias a la IA, los atacantes pueden cambiar su «huella digital» de manera rápida y a gran escala, por lo que cada ataque se convierte en un ataque «paciente cero», y en consecuencia, las estrategias de defensa tradicionales son completamente ineficaces. El cambio a una infraestructura de amenazas dinámica y flexible basada en DNS deja obsoleto el enfoque de detección y respuesta.
Por el contrario, si los sistemas de defensa de las organizaciones apuntan a la infraestructura DNS de los actores maliciosos, las organizaciones pueden eliminar el problema del «paciente cero», al bloquear de manera proactiva los dominios maliciosos antes de que cualquier usuario o dispositivo pueda interactuar con ellos y, a menudo, incluso antes de que comience la campaña de malware.
Al analizar el tráfico DNS en tiempo real y descubrir sus vinculaciones con actividades maliciosas, esta estrategia de defensa es capaz de identificar y neutralizar amenazas en la etapa más temprana posible, previniendo infecciones en lugar de solo mitigar sus daños.
El poder de DNS: detener las amenazas antes del ataque
Las organizaciones pueden tomar el control de la situación, utilizando DNS como herramienta de defensa proactiva. En lugar de simplemente resolver nombres de dominio sin supervisión, pueden analizar el tráfico en tiempo real para detectar y bloquear actividades sospechosas antes de que puedan causar daños, lo que supone un cambio radical.
Entre las razones por las que las organizaciones deberían incorporar DNS en su estrategia de seguridad se encuentran:
- Proporciona la capacidad de detener los ataques en la fuente: si se usa correctamente, el DNS bloquea los dominios maliciosos antes de que lleguen al usuario, eliminando así la amenaza de raíz.
- Mejora la seguridad existente: funciona junto con los firewalls y la protección de puntos finales, agregando una capa adicional de defensa.
- Reduce costes y el tiempo de inactividad: prevenir los ataques por adelantado significa menos incidentes que investigar y mitigar.
- Se adapta a las amenazas en evolución: utiliza inteligencia de amenazas en tiempo real para mantenerse por delante de los cibercriminales.
En resumen, los actores maliciosos han convertido DNS en una de sus armas más poderosas, ya que forma parte de la columna vertebral de campañas y ataques que se reproducen a gran escala. Sin embargo, con el enfoque correcto, las empresas pueden revertir la situación. El DNS es más que una simple medida de seguridad: es un cambio radical. Al integrar la inteligencia de amenazas basada en DNS en sus estrategias de ciberseguridad, las organizaciones pueden transformar el DNS en un pilar fundamental de su pila de seguridad.
Juan de la Vara, Senior Manager Technical Alliances EMEA, Infoblox