La visibilidad del tráfico cifrado se ha convertido en uno de los mayores retos para los equipos de ciberseguridad, especialmente en sectores con estrictas normativas como el financiero, el sanitario o las infraestructuras críticas. En este contexto, Darktrace ha anunciado la adquisición de Mira Security, una empresa especializada en soluciones de orquestación y descifrado de tráfico cifrado, con sede en Estados Unidos y equipos técnicos distribuidos entre Norteamérica y Sudáfrica.
La tecnología de Mira permite detectar, descifrar y analizar tráfico SSL/TLS y SSH en tiempo real, sin alterar la arquitectura de red ni penalizar el rendimiento. Su plataforma ofrece además políticas granulares, visibilidad sobre protocolos modernos como TLS 1.3 y capacidades específicas para cumplir con marcos normativos exigentes.
Tras meses de colaboración entre ambas compañías, esta integración se veía como un paso natural. Desde Darktrace destacan que la tecnología de Mira no solo les ayuda a cubrir el “blind spot” del tráfico cifrado, sino que además mejora su capacidad de análisis, reduce la necesidad de inspección masiva y aporta un valioso contexto para la detección de anomalías.
“Esta adquisición se alinea plenamente con nuestra visión de ofrecer soluciones de ciberseguridad de primer nivel. La experiencia del equipo de Mira nos permitirá acelerar la innovación y reforzar aún más nuestro producto de red”, señalan desde la dirección estratégica de Darktrace.
Por su parte, el fundador y CEO de Mira Security, Niel Viljoen, también pone el foco en las posibilidades conjuntas: “La combinación de nuestras capacidades y el equipo de I+D de Darktrace abre nuevas oportunidades para proteger entornos de red cada vez más complejos”.
Estrategia de crecimiento e innovación
La operación se enmarca dentro de una evolución clara del modelo de Darktrace, que desde su fundación en 2013 ha pasado de ser una promesa en detección basada en IA a consolidarse como una plataforma de seguridad integral. En 2021 salió a bolsa en Londres, y en 2024 fue adquirida por la firma de inversión Thoma Bravo por 5.320 millones de dólares. Desde entonces, ha acelerado su estrategia de crecimiento con adquisiciones como Cado Security (especializada en forense en la nube) y ahora Mira Security, reforzando su presencia en áreas clave como la visibilidad, la respuesta automática y el cumplimiento normativo.
El auge de los ataques cifrados, utilizados por los ciberdelincuentes para ocultar movimientos laterales o exfiltración de datos, ha convertido la visibilidad sobre este tipo de tráfico en una necesidad urgente. Con esta operación, Darktrace apuesta por ir un paso más allá en su propuesta de protección inteligente, combinando inteligencia artificial, análisis contextual y capacidades avanzadas de red en una única plataforma.