Garantizar la continuidad operativa ante un ciberataque o una caída de sistemas es, según Víctor Pérez de Mingo, Manager Systems Engineer en Veeam, una misión que define el origen de la compañía. “Nuestro objetivo desde hace 20 años es garantizar la continuidad del negocio”, afirma. Para lograrlo, Veeam impulsa una arquitectura Zero Trust donde cada componente tiene el mínimo privilegio posible y asume que cualquier capa puede fallar.
La estrategia parte de un principio claro: asegurar que siempre exista al menos una copia válida, limpia e inmutable. “Nadie puede modificarla, ni siquiera un administrador. Es autocontenida y tiene toda la información necesaria para reconstruir el entorno en minutos”, explica. Esa capacidad de recuperación independiente permite que incluso si el entorno de producción o el propio sistema de backup se ven comprometidos, las operaciones puedan restablecerse con rapidez.
La evolución tecnológica y la convergencia entre OT y Cloud han ampliado el perímetro de riesgo. Para Pérez de Mingo, la clave está en la visibilidad: “Hemos abierto la caja negra del backup. Ahora proporcionamos información al resto de herramientas de seguridad —MDR, SIEM o SOAR— para que puedan detectar patrones sospechosos y reaccionar”. Con esta integración bidireccional, Veeam convierte la capa de backup en un sensor activo de seguridad, capaz incluso de activar copias automáticas ante un ataque detectado.
El cumplimiento de normativas como NIS2 o DORA es otro eje de trabajo. “Por tener un software no eres compliant”, advierte. La adaptación requiere procesos, personas y evidencias verificables. Veeam facilita ese cumplimiento mediante informes automatizados que certifican el nivel de protección, los puntos de recuperación limpios y los tiempos reales de restauración. “Estamos proporcionando esa capacidad de auditoría que las regulaciones exigen”, apunta.
Con su enfoque en resiliencia, automatización y visibilidad, Veeam refuerza su papel más allá de la copia de seguridad tradicional: un socio estratégico que garantiza que, ocurra lo que ocurra, el negocio pueda seguir en marcha.















