La fragmentación tecnológica se ha convertido en uno de los principales lastres de los equipos de seguridad. En muchos entornos conviven múltiples agentes instalados en cada endpoint —cada uno con su propia lógica, telemetría e interfases— lo que complica la operación, eleva los costes y dificulta la calidad del dato. No hay que olvidar, además, que la explosión de la IA agentiva está acelerando tanto el ritmo de los ataques como el de las operaciones.
Cortex AgentiX surge como respuesta directa a este problema. Palo Alto Networks lo presenta como un agente unificado capaz de sustituir a varios componentes aislados y de concentrar en un único punto la información de endpoint, permisos, comportamiento y actividad en la nube. El objetivo no es sólo simplificar la gestión, sino alimentar a la IA con datos limpios y contextualizados, lo que mejora la eficacia de la detección y reduce falsos positivos.
Otro de los elementos clave de la propueta es su capacidad de acción autónoma. Cuando el contexto es claro, AgentiX puede aislar un dispositivo, revocar credenciales o detener procesos sospechosos sin intervención humana, algo esencial en entornos donde conviven usuarios, identidades sintéticas y agentes de IA que operan en tiempo real.
Cortex AgentiX no es un agente más: es la pieza que permite que la plataforma funcione de manera fluida y que las decisiones que genere Cortex Cloud 2.0 puedan aplicarse de forma automática en el endpoint.
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