Palo Alto Networks ha anunciado la compra de Chronosphere por 3.350 millones de dólares, en uno de los movimientos más significativos del mercado de ciberseguridad y observabilidad de 2025. El acuerdo, pendiente de aprobación regulatoria y previsto para cerrarse en la segunda mitad del año fiscal 2026, refuerza la apuesta del gigante de Santa Clara por dominar la infraestructura crítica de la IA generativa y los AI data centers, según explica la compañía en un comunicado.
Fundada en 2019 y considerada una de las firmas de software de más rápido crecimiento en EE. UU., Chronosphere cerró septiembre con más de 160 millones de dólares en ARR y crecimiento de triple dígito. Su plataforma es reconocida como Líder en el Magic Quadrant de Observabilidad 2025 de Gartner, y destaca por un modelo de ingestión optimizado que reduce drásticamente los costes operativos.
Observabilidad para la era de la IA: del monitorizado a la remediación autónoma
La compra se centra en integrar la arquitectura de Chronosphere —capaz de manejar volúmenes masivos de datos en entornos cloud y workloads de IA— con Cortex AgentiX, la plataforma de agentes inteligentes de Palo Alto Networks. El resultado promete llevar la observabilidad más allá de los paneles tradicionales: detección, investigación y remediación automática basada en agentes de IA.
En opinión de Nikesh Arora, presidente y CEO de Palo Alto Networks, “el requisito fundamental de cada centro de datos moderno es el uptime constante y la resiliencia. Chronosphere fue construida desde el primer día para las demandas del dato en la era de la IA. Y cuando lo combinemos con AgentiX, llevaremos la observabilidad de simples dashboards a la remediación agentic en tiempo real”.
La compañía busca responder a un reto compartido por hyperscalers, empresas nativas digitales y organizaciones que despliegan modelos de IA cada vez más complejos: cómo mantener la disponibilidad y el rendimiento cuando se procesan volúmenes de datos a escala de petabytes, sin que el coste se dispare.
Palo Alto acelera
El anuncio llega apenas unos meses después de que Palo Alto comunicara la compra de CyberArk por 25.000 millones, todavía pendiente de cierre. Este ritmo de adquisiciones —y especialmente el precio de Chronosphere, casi 21 veces su ARR, según analistas— ha generado cierta presión en la cotización de la compañía. Aun así, Palo Alto Networks ha elevado sus previsiones financieras para 2026, impulsada por la creciente demanda de soluciones de seguridad e infraestructura para IA y por el aumento de amenazas avanzadas.
Con este movimiento, Palo Alto Networks entra de lleno en un terreno hasta ahora dominado por actores específicos de observabilidad —como Datadog, New Relic, Splunk u OpenTelemetry—, pero lo hace con una propuesta diferencial: seguridad + observabilidad + AI agents de remediación en una misma plataforma.
Esto puede tener implicaciones significativas en:
- Operaciones de seguridad (SecOps): correlación en tiempo real entre telemetría de rendimiento y señales de ataque.
- SRE y DevOps: automatización avanzada para reducir tiempos de respuesta y mitigar fallos antes de que escalen.
- Centros de datos de IA: gobernanza, eficiencia de costes y resiliencia en entornos gigawatt-scale.
- Ciberresiliencia: remediación autónoma basada en agentes, evitando que incidentes de disponibilidad se conviertan en brechas de seguridad.
Como explican los analistas, la compra de Chronosphere sitúa a Palo Alto Networks en una posición privilegiada para competir en el nuevo mapa de ciberseguridad inteligente dominado por la IA.
















