Los centros de operaciones de seguridad llevan años atrapados en un modelo que no escala: demasiadas herramientas, demasiadas alertas, demasiado ruido y muy pocos analistas para interpretarlo todo. La aceleración introducida por la IA —tanto en procesos legítimos como en ataques automatizados— ha evidenciado que este enfoque reactivo no puede sostenerse.
Cortex Cloud 2.0 plantea un cambio de paradigma: pasar de gestionar alertas a operar seguridad como un sistema integrado, capaz de correlacionar señales, entender el riesgo real y ejecutar acciones sin obligar al analista a revisar cientos de eventos.
La plataforma combina la telemetría de AgentiX, los datos de identidad, la actividad en la nube y la inteligencia de Unit 42 para reconstruir incidentes y priorizar comportamientos sospechosos. Esto reduce drásticamente el tiempo de investigación y facilita el cumplimiento de normativas como NIS2, DORA o el AI Act, que exigen trazabilidad y decisiones documentadas.
La clave está en la visión unificada de identidad, endpoint y cloud, tres esferas que tradicionalmente funcionaban como silos. Al integrarlas, Cortex Cloud 2.0 permite un SOC con mucha menos fricción, más contexto y más capacidad de automatización.
















