A finales de diciembre se hacía público un documento, firmado por al menos dos docenas de autores chinos afiliados a siete instituciones diferentes, que asegura que la computación cuántica ya es capaz de romper el cifrado RSA de 2048 bits. Sin embargo, científicos y expertos en cifrado dudan de que en realidad se hayan realizado grandes avances.
Titulado “Factoring integers with sublinear resources on a superconducting quantum processor”, el documento sugiere que la aplicación del algoritmo de factorización reciente de Claus Peter Schnorr, junto con un algoritmo de optimización cuántica aproximada (QAOA), puede romper el cifrado RSA-2048 asimétrico que sustenta la mayoría de los cifrados online usando una máquina cuántica con 372 qubits, o bits cuánticos, una unidad básica de computación cuántica.
En la práctica esto significa que, si un adversario malicioso pudiera generar estas claves de firma o descifrar los mensajes protegidos por RSA, entonces ese adversario podría husmear en el tráfico de Internet y potencialmente pasar código malicioso como si fuera una actualización de software legítima, lo que potencialmente les permitiría tomar el control de los dispositivos de terceros.
IBM ya ha dicho que su sistema Osprey de 433 qubits, la computadora cuántica más poderosa que se haya presentado públicamente, estará disponible para sus clientes a principios de este año. De forma que, si la investigación es correcta, marcaría un momento significativo en la historia de la seguridad informática.
Hace años que se advierte que, ya que casi todos los sistemas de criptografía de clave pública ampliamente utilizados en la actualidad dependen para su seguridad de la dificultad de factorizar números muy grandes, la llegada al mercado de los ordenadores cuánticos de propósito general pondría en peligro este sistema de cifrado.
Sea infundado o no, el documento de los investigadores chinos, lo cierto es que la carrera por la computación cuántica continúa y que solo es cuestión de tiempo romper los sistemas de cifrado en los que se basan muchas de las tecnologías que se utilizan actualmente.