El mundo del software está experimentando una transformación radical con la adopción generalizada de la contenerización. Según un estudio reciente de Kaspersky, «Managing geographically distributed businesses: challenges and solutions», un 56 % de las empresas con presencia global planea migrar al desarrollo en contenedores en los próximos 1-2 años.
Este cambio se debe a los beneficios innegables que ofrecen los contenedores: portabilidad, consistencia y facilidad de implementación, lo que permite agilizar el desarrollo y la entrega de aplicaciones. Sin embargo, para las empresas con operaciones distribuidas en diferentes ubicaciones, surgen nuevas consideraciones de seguridad que deben abordarse para garantizar una transición segura y fluida.
Dominando los fundamentos
- Antes de sumergirse en el mundo de los contenedores, es crucial comprender los conceptos básicos:
- Imágenes de contenedor: Plantillas reutilizables que contienen todo lo necesario para ejecutar una aplicación, incluyendo código, bibliotecas y dependencias.
- Contenedores: Instancias ejecutables de las imágenes de contenedor, aisladas y ligeras, que comparten el sistema operativo del host.
- Archivos de configuración: Definen los parámetros de ejecución del contenedor y sus interacciones con el entorno.
- Registros: Capturan la actividad del contenedor, proporcionando información valiosa para la depuración y el análisis.
Una herramienta de orquestación de contenedores eficiente es vital para gestionar el despliegue, la escalabilidad y el funcionamiento de las aplicaciones contenedorizadas en entornos distribuidos. Kubernetes, por su popularidad y conjunto de funcionalidades, se posiciona como la opción líder. Sin embargo, es fundamental seleccionar una herramienta que soporte despliegues multirregión de manera eficiente, asegurando baja latencia e integración fluida en diferentes ubicaciones. Factores como la escalabilidad, el soporte de la comunidad y la compatibilidad con sistemas existentes también son aspectos cruciales a considerar.
Asegura Kaspersky en su informe que la seguridad en un entorno de contenedores, especialmente para empresas con múltiples ubicaciones, exige un enfoque multinivel ya que los contenedores presentan desafíos únicos, como:
- Vulnerabilidades en imágenes: Errores de software o configuraciones incorrectas que pueden ser explotados por actores maliciosos.
- Malware en imágenes obsoletas: Los registros antiguos pueden albergar malware que pasa desapercibido.
- Accesos no autorizados al orquestador: El orquestador, como punto central de control, es un objetivo atractivo para ataques.
- Vulnerabilidades en tiempo de ejecución: Los contenedores en funcionamiento pueden ser vulnerables a ataques si no se implementan las medidas de seguridad adecuadas.
Para mitigar estos riesgos, es esencial implementar prácticas de seguridad integrales que incluyan análisis de imágenes, monitorización continua de los contenedores en ejecución para detectar y prevenir amenazas; aislamiento de procesos; segmentación de red; implementación de mallas de servicios para una comunicación segura entre microservicios; y cumplimiento de las regulaciones locales de datos y auditorías continuas para garantizar la soberanía de los datos y el cumplimiento de las normas de transferencia transfronteriza.