Los Juegos Olímpicos son una cita con mayúsculas para el deporte, sin embargo, también se han convertido en un campo de batalla en el ámbito de la ciberseguridad. En los últimos años, las ciberamenazas han comprometido la integridad del evento: desde ataques DDoS a servidores DNS, afectando sistemas de venta de entradas y aplicaciones del evento, hasta amenazas a infraestructuras críticas como la gestión del tráfico y las redes de suministro de energía.
Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Pyeongchang (Corea del Sur) fueron un claro ejemplo de la vulnerabilidad de los grandes eventos deportivos a los ciberataques. Durante la ceremonia de apertura, el malware «Olympic Destroyer» desató el caos en infraestructuras críticas, interrumpiendo redes Wi-Fi, dispositivos conectados y canales de comunicación oficiales.
En respuesta a estos desafíos, las medidas de ciberseguridad para los Juegos Olímpicos se han reforzado significativamente. Los Juegos de Tokio 2020, aplazados a 2021 por la pandemia de COVID-19, contaron con expertos en ciberseguridad y autoridades para identificar y mitigar posibles amenazas, aprovechando avances en inteligencia de amenazas y tecnologías de detección para asegurar la infraestructura digital.
A pesar de estos esfuerzos, la sombra de los ciberataques sigue presente, demandando vigilancia e innovación constantes en las estrategias de ciberseguridad. La creciente digitalización de las operaciones olímpicas ha ampliado la superficie de ataque para los ciberadversarios, lo que presenta un desafío para los organizadores y expertos en ciberseguridad que deben mantenerse un paso adelante de las amenazas.
Protección de los Juegos Olímpicos de París: defensa frente a las ciberamenazas
Con la vista puesta en los próximos Juegos Olímpicos de París, los organizadores enfrentan el reto de proteger el evento en un contexto de ciberamenazas crecientes. Francia, frecuentemente objetivo de ciberataques de grupos hacktivistas y actores estatales, debe defender los Juegos.
Según Check Point Research, durante los Juegos Olímpicos de Tokio se registraron aproximadamente 4.400 millones de ciberataques. El Comité Organizador de París, en colaboración con el Comité Olímpico Internacional y diversas agencias de seguridad, está implementando medidas proactivas para mitigar estos riesgos. La coordinación y vigilancia reforzadas son esenciales, así como la responsabilidad individual y la concienciación sobre ciberseguridad entre atletas, visitantes y empresas locales.
Estrategia integral de seguridad
Proteger un evento de esta magnitud requiere un enfoque multifacético que abarque medidas de seguridad física, ciberfísica y cibernética. Los Juegos de París 2024 estarán rodeados de estrictas barreras de seguridad, desde el aeropuerto internacional Charles de Gaulle y los sistemas de transporte público hasta los estadios y residencias de atletas. Las infraestructuras críticas se fortalecerán con protocolos avanzados para garantizar la seguridad y resistencia de los Juegos.
Las autoridades francesas, con el apoyo del Centro de Vigilancia de Operaciones Cibernéticas de DataDome, supervisarán y defenderán contra posibles ataques, anticipando más de 3.500 millones de ataques durante los Juegos. Se han establecido protocolos avanzados de intercambio de información sobre amenazas, simulacros y respuestas rápidas están en marcha para enfrentar diversas amenazas, desde ciberdelincuentes hasta agentes estatales.
La colaboración entre organismos franceses e internacionales sigue siendo crucial en los preparativos para los Juegos. Las recientes reuniones entre funcionarios franceses y estadounidenses subrayan la necesidad de respuestas coordinadas a desafíos globales de ciberseguridad. Con los ojos del mundo puestos en París, hay mucho en juego, pero la determinación de garantizar unos Juegos seguros y fructíferos sigue siendo inquebrantable.
Mario García, director general de Check Point Software para España y Portugal