La Comisión Europea ha aprobado el Programa de Trabajo 2025-2027 del Digital Europe Programme (DIGITAL), una iniciativa estratégica dotada con 1.232 millones de euros cuyo objetivo es acelerar la transformación digital de la Unión, garantizando una mayor autonomía tecnológica, una digitalización segura y una respuesta eficaz ante los desafíos emergentes.
Este programa plurianual se enmarca dentro de los objetivos de la Brújula Digital 2030 y responde a prioridades políticas claves como la soberanía tecnológica, la resiliencia en materia de ciberseguridad y la integración ética de la inteligencia artificial. También está alineado con los grandes marcos regulatorios europeos recientemente aprobados: el Chips Act, la Ley de Ciberresiliencia (Cyber Resilience Act), la Ley de Solidaridad Cibernética (Cyber Solidarity Act), la futura estrategia Apply AI, el monedero de identidad digital europeo (EU Digital Identity Wallet) y la Ley de Interoperabilidad (Interoperable Europe Act).
Ciberseguridad: un eje transversal con normas claras y fondos definidos
Entre las líneas de actuación del nuevo programa destaca la ciberseguridad, con una inversión superior a los 44 millones de euros. Este bloque contempla iniciativas que van desde el refuerzo de las capacidades colectivas de defensa y detección de amenazas, hasta la financiación de redes de colaboración y proyectos que impulsen la compartición de inteligencia de amenazas (threat intelligence) a nivel europeo.
En paralelo, la Comisión ha publicado un anexo específico sobre la notificación de incidentes conforme a la Directiva NIS2, pieza central del nuevo ecosistema legislativo europeo de ciberseguridad. Este anexo detalla cómo deben actuar las entidades esenciales y relevantes en caso de sufrir un incidente grave, estableciendo un proceso armonizado de notificación estructurado en cuatro fases:
- Alerta temprana, para anticipar posibles incidentes sin necesidad de confirmación.
- Notificación de incidente, en un plazo máximo de 72 horas desde la detección.
- Informe intermedio, si lo solicita la autoridad competente.
- Informe final, que debe incluir el análisis del incidente, impacto, medidas correctoras y lecciones aprendidas.
Con este enfoque, la Comisión busca dotar a Europa de una base sólida y coherente para hacer frente a incidentes de ciberseguridad, garantizando una respuesta más rápida, coordinada y basada en datos comparables entre Estados miembros.
Inteligencia artificial, chips e interoperabilidad
Además de la ciberseguridad, el presupuesto contempla inversiones estratégicas en:
- Inteligencia artificial (544,7 M€): Para apoyar el desarrollo, prueba e integración ética de soluciones de IA en sectores clave.
- Infraestructuras digitales (372,7 M€): Incluyendo centros de datos, redes y servicios en la nube seguros y sostenibles.
- Competencias digitales avanzadas (167,1 M€): Con programas de formación y capacitación para profesionales en tecnologías clave.
- Computación de alto rendimiento (43,6 M€): Impulsando el acceso y uso de superordenadores europeos.
- Interoperabilidad (81,9 M€): Apoyando la implementación de servicios públicos digitales interoperables.
- Fondo de Chips (60 M€): En el marco de la Chips Act, clave para la soberanía europea en semiconductores.
El programa podrá ejecutarse de manera directa o a través de gestión indirecta con entidades como ENISA, la red de Centros de Competencia en Ciberseguridad o estructuras de los Estados miembros. Además, se contempla la posibilidad de realizar acciones sin convocatoria previa cuando así lo requieran los objetivos estratégicos de la UE, lo que permite una capacidad de reacción más ágil frente a emergencias tecnológicas o cibernéticas.
DIGITAL es un programa de la UE lanzado en 2021 para financiar el despliegue de iniciativas tecnológicas. El programa cuenta con un presupuesto inicial de 8.100 millones de euros (8.800 millones de dólares) en el marco del Marco Financiero Plurianual 2021-2027. Con este nuevo impulso, la Unión Europea reafirma su apuesta por convertirse en un actor global digitalmente independiente, seguro y competitivo. La ciberseguridad deja de ser un pilar aislado para convertirse en un eje transversal de toda la estrategia de transformación.