El reciente nombramiento de Begoña Villacís como directora global de Relaciones Institucionales de BeDisruptive, concede al sector tecnológico, y especialmente a la ciberseguridad, una mayor visibilidad social. Una decisión que, siendo tremendamente disruptiva, también encaja a la perfección con la carrera de una mujer que, más allá de los credos políticos, siempre se ha caracterizado por su compromiso y energía. “Es muy positivo que alguien que haya tenido una carrera política apueste por el sector de la ciberseguridad”, asegura. Tal y como prometió, retorna al segmento privado tras ocho intensos años en el área pública, con un ambicioso abanico de retos entre los que se cuenta, como prioritarios, intensificar la conciencia social de lo importante que es la ciberseguridad y otorgarle el espacio esencial que se merece en las agendas políticas.
¿Por qué la ciberseguridad?
Concluida su etapa política, en la que llegó a ser vicealcaldesa de Madrid, a Begoña Villacís se le abrió un abanico de propuestas. “Siempre me ha interesado la ciberseguridad”, asegura para explicar su apuesta final. Un retorno al espacio privado que supone una nueva andadura. “No me asustan los cambios”, reconoce. “Me gustan los retos y vivir la vida con intensidad. Era consciente de que la política me iba a dejar un vacío muy grande, lo que me ha hecho apostar por un sector y una actividad que me estimulasen y que me retasen a aprender. Y creo que he elegido bien”, resume. “En mi opinión, es muy bueno que alguien que haya desarrollado una labor en el ámbito político apueste por este sector”.
Es muy bueno que alguien que haya desarrollado una labor en el ámbito político apueste por este sector
En su gestión pública formó parte de la creación del clúster de ciberseguridad de la capital de España. “La ciberseguridad es el futuro”, opina. “Hay que hacer muchísimo por concienciar en relación a la ciberseguridad en todas las dimensiones de nuestra vida”. Su incorporación al segmento ha provocado, reconoce, que mucha gente hable de ciberseguridad. “Ha sido muy positivo porque debemos provocar ese despertar social hacia lo importante que es la ciberseguridad. Todos estamos preocupados por contar con una alarma en nuestra casa, por ejemplo, y no somos conscientes de que es esencial proteger nuestra privacidad. Y lo hacemos, o vamos a tener un grave problema”, alerta. “Muchos sienten la ciberseguridad como un asunto ajeno, oscuro, inaccesible y no saben muy bien dónde informarse”, completa.
Y, ¿BeDisruptive?
Villacís reconoce que su decisión, en símil con el nombre de la empresa a la que se ha incorporado, tiene un gran componente disruptivo. BeDisruptive es una empresa “joven” en este revolucionado segmento. “Cuenta con un gran componente de osadía”, defiende. Es una empresa con el tamaño apropiado. “Permite navegar muy bien en un mar que va cada vez más rápido y que se mueve mucho. La ciberseguridad, la tecnología, van a una velocidad que solo se puede afrontar con una empresa que sea tan osada y fiable como BeDisruptive”. La política de contrataciones que ha desplegado es, a su juicio, una muestra de compromiso y garantía. “La reciente incorporación de Xabier Mitxelena es una apuesta por ofrecer una seguridad adaptada a cada perfil de usuario. No se trata de que el cliente se adapte a ti, sino al contrario. Es clave el acompañamiento, hacer trajes a la medida de los usuarios y que siempre encuentren a alguien al otro lado del teléfono”.
Es posible alcanzar un consenso político en materia de ciberseguridad
En la agenda política
Los ocho intensos años vividos en la política le permiten definir qué espacio ocupa la ciberseguridad en este espacio público. “Tiene que formar parte de la agenda política”, entona. Y para ello, apela a su presencia en el debate político, básica para conseguir los recursos necesarios para garantizar que haya una estrategia a largo plazo, lo que exige un consenso político. “Las normas y los pactos que no nacen del consenso tienen fecha de caducidad porque hay un cambio de gobierno y se cambia la norma”, recuerda. En ciberseguridad, asegura, «no nos lo podemos permitir». Como es un «debate que aún no se ha “ensuciado”, admite ese margen de negociación y de consenso”, asegura. El obstáculo, sin embargo, es que como es un asunto que no concede votos, no es prioritario. “Tenemos, por tanto, que promover que la gente sea consciente hasta qué punto es importante estar protegido. Hay que sensibilizar a la sociedad ya que si esta lo demanda, la política reacciona”.
Colaboración público-privada es esencial
Intensificar y promover la colaboración público-privada es, lógicamente, una labor esencial para Begoña Villacís, en la que, especifica, hay que tratar de que la ciberseguridad no se politice. “La Administración tiene que modernizarse para entenderla como una prioridad”. Villacís reconoce que hay personas, más allá de los colores políticos, con los que se puede trabajar en pos de este reto. “Es posible alcanzar un consenso político en materia de ciberseguridad”, asegura.
En este marco de relación público-privada, Villacís apuesta por una cierta prevalencia del sector privado respecto al público. “Y no es porque sea una peligrosa liberal”, sonríe. “Es, básicamente, por una sencilla razón: el privado se mantiene en el tiempo y el público puede cambiar. Por tanto, no es bueno, porque haya un cambio público, revertir el trabajo de unos cuantos años. Tiene que haber una continuidad y la única manera de garantizarla es atribuyéndole más peso a la parte más estable, que es la privada”.