Dado que la mayoría de los ciberataques atentan contra civiles, deberían considerare como “un acto directo de crimen de guerra”. Así de claro lo ha dicho Viktor Zhora, director de transformación digital del Servicio Estatal de Protección Especial de la Información y las Comunicaciones (SSSCIP) de Ucrania, en una entrevista publicada en Político.eu.
Desde que comenzó la invasión en febrero de 2022 Rusia ha llevado a cabo numerosos ciberataques contra el gobierno y los servicios críticos de Ucrania. Las tácticas comunes han incluido ataques DDoS, campañas de desinformación y ataques de limpiaparabrisas a gran escala. Ahora, Zhora asegura que funcionarios del gobierno ucraniano están recopilando evidencias de ciberataques realizados junto con ataques militares para respaldar posibles enjuiciamientos en el Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.
“Cuando observamos la situación en el ciberespacio, notamos cierta coordinación entre los ataques cinéticos y los ataques cibernéticos, y dado que la mayoría de los ataques cinéticos se organizan contra civiles, como un acto directo de crimen de guerra, las acciones auxiliares en el ciberespacio pueden considerarse crímenes de guerra”, recoge el diario.
Durante el conflicto se han detectado varios intentos de derribar infraestructuras críticas, como servicios de telecomunicaciones y proveedores de energía mediante ciberataques. De hecho, Ucrania ha sido ampliamente elogiada por su resiliencia cibernética frente a este tipo de ciberataques.
En la entrevista, el funcionario cita varios ejemplos de ciberguerra rusa vinculada a ataques militares. Menciona el caso de DTEK, el mayor inversor privado de Ucrania en la industria energética, que el pasado mes de julio emitió un comunicado en el que acusaba a Rusia de haber realizado un ciberataque contra su infraestructura al mismo tiempo que un ataque con misiles en la central eléctrica de Kryvorizka. “Su planta de energía térmica fue bombardeada y, al mismo tiempo, su red corporativa fue atacada”, dice Zhora a Politico sobre el incidente.
Académicos y expertos legales han estado debatiendo recientemente si los ciberataques podrían incluirse como parte de los enjuiciamientos por crímenes de guerra cuando se usan para dañar a la población civil, algo que nunca antes había sucedido. La ciberguerra se ve cada vez más como una amenaza militar, y la OTAN ya ha advertido que está preparada para tratar los ciberataques cibernéticos de la misma manera que un ataque armado contra cualquiera de sus aliados y emitir una respuesta militar.