El mercado de la ciberseguridad industrial obtuvo unos ingresos de 19.000 millones de dólares en 2023 y se estima que registre un crecimiento de más del 8,5 % entre 2024 y 2032. Así se desprende de un estudio de Global Market Insight en el que se asegura que la creciente incidencia y complejidad de las ciberamenazas están impulsando “un incremento sustancial” del mercado.
“Con industrias cada vez más interconectadas y dependientes de las tecnologías digitales, se ha intensificado la necesidad de proteger las infraestructuras críticas contra los ataques”, reza el estudio. Según un informe del Gobierno británico, alrededor del 39 % de las empresas y el 30 % de las organizaciones benéficas del Reino Unido sufrieron una violación o un ataque de ciberseguridad en 2022. “Este aumento de la demanda de medidas de ciberseguridad sólidas está impulsando el mercado a nuevas cotas”.
Así las cosas, las soluciones de ciberseguridad industrial desempeñan un papel fundamental en la protección de las infraestructuras y redes informáticas de las industrias. Estas soluciones emplean tecnologías avanzadas como sistemas de detección de intrusiones, cortafuegos y herramientas de cifrado para detectar y mitigar las ciberamenazas. Al garantizar controles de acceso seguros, supervisión de amenazas en tiempo real y respuesta rápida ante incidentes, evitan el acceso no autorizado, las violaciones de datos y las interrupciones del sistema. Este enfoque proactivo no sólo protege los datos industriales sensibles, sino que también garantiza un funcionamiento ininterrumpido, mejorando la productividad y fiabilidad generales de los procesos industriales.
No obstante, las restricciones presupuestarias suponen un reto importante para muchas organizaciones que pretenden mejorar su ciberseguridad industrial. Los limitados recursos financieros, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas dificultan la adopción de soluciones avanzadas de ciberseguridad. Estas limitaciones financieras se traducen a menudo en medidas de seguridad comprometidas, dejando los sistemas industriales vulnerables a las ciberamenazas. Para superar este reto se necesitan soluciones rentables e innovadoras, asociaciones público-privadas y programas de concienciación que ayuden a las organizaciones, especialmente a las pymes, a asignar recursos de forma eficiente y priorizar las inversiones en ciberseguridad sin agotar sus presupuestos.