Palo Alto Networks reinventa la forma en que las empresas abordan la seguridad en la nube con la primera inteligencia integrada “Code to Cloud” de la industria, presentada como parte del lanzamiento de Prisma Cloud Darwin.
Según Gartner, el 65 por ciento de las cargas de trabajo de las aplicaciones estarán optimizadas o listas para la entrega en la nube en 2027, frente al 45% en 2022. En opinión de la compañía y en base a estos datos, el lanzamiento “marca un antes y un después para la seguridad en la nube, ya que Prisma Cloud impulsa a las organizaciones a evolucionar más allá de las soluciones de un solo punto y adoptar un enfoque holístico que proporciona una única fuente de verdad”.
Recuerdan desde la compañía que si bien la nube ofrece una agilidad y eficiencia excepcionales, introduce importantes riesgos de seguridad que se han vuelto cada vez más generalizados: el 80 % de las exposiciones de seguridad se encuentran en entornos de nube, según el equipo de Inteligencia de Amenazas de Unit 42 de la compañía, lo que puede resultar en violaciones a gran escala. Estos crecientes ataques a la nube y la velocidad del desarrollo de aplicaciones en la misma están superando la velocidad a la que los equipos de seguridad pueden proteger sus organizaciones.
Los enfoques actuales de la seguridad del código a la nube se basan en compartimentos aislados, y la organización media utiliza entre seis y diez herramientas para proteger la infraestructura de la nube. Tener herramientas de seguridad dispares conduce a una postura de seguridad incompleta y crea una enorme carga operativa para los equipos de seguridad. Con su nueva Code to Cloud Intelligence, Prisma Cloud, la plataforma de protección de aplicaciones nativas de la nube (CNAPP), ofrece un único lugar de confianza que conecta la información desde el entorno de desarrollo hasta el tiempo de ejecución de las aplicaciones para que los equipos de seguridad puedan contextualizar las alertas e identificar las soluciones. Esta inteligencia previene eficazmente los riesgos y detiene las infracciones, al tiempo que mejora la experiencia del usuario final y la colaboración entre los desarrolladores y los equipos de seguridad.