El Rich Communication Services, o RCS business messaging, es el estándar de mensajería impulsado por los operadores móviles como evolución del SMS y el MMS. Permite a las empresas comunicarse con sus clientes mediante mensajes enriquecidos con imágenes, vídeos, botones interactivos y enlaces directos, de forma similar a lo que ofrecen aplicaciones como WhatsApp o Telegram, pero integrado en el propio servicio de mensajería del teléfono.
Dos tercios de usuarios móviles recibirán mensajes RCS en 2030: mayor alcance, mayor riesgo
Este salto cualitativo en la comunicación empresarial viene acompañado de un nuevo reto: el fraude. Según un estudio de Juniper Research, las estafas a través de RCS costarán 4.300 millones de dólares a los suscriptores móviles a nivel global en los próximos cinco años. El informe prevé que las pérdidas asciendan de 300 millones de dólares en 2025 a 1.300 millones en 2030, lo que representa un crecimiento del 170%.
El auge se explica por la rápida adopción de RCS por parte de las empresas y usuarios, lo que multiplica la superficie de ataque. “A medida que el gasto en mensajería empresarial se traslada del SMS al RCS, el fraude le seguirá. El mayor riesgo es el Account Takeover (ATO), donde los atacantes obtienen acceso no autorizado a cuentas de usuarios, como banca o correo electrónico”, señaló Ardit Ballhysa, analista senior en Juniper Research.
Aunque la verificación de marcas pretende reforzar la confianza de los usuarios, también podría convertirse en un nuevo vector de ataque si los ciberdelincuentes logran explotarla. Para evitarlo, Juniper recomienda a los operadores colaborar con organismos de verificación que establezcan controles estrictos y bloqueen solicitudes fraudulentas.
De cumplirse las previsiones, en 2030 dos tercios de los suscriptores móviles estarán capacitados para recibir mensajes RCS. Esta capilaridad convierte a la plataforma en un canal estratégico para las empresas, pero también en un foco de riesgo si no se garantiza la seguridad. “Si estas vulnerabilidades no se abordan, RCS acabará teniendo los mismos niveles de fraude que hemos visto en el SMS en los últimos años”, concluye Ballhysa.