La inteligencia artificial generativa ha llegado para quedarse. En muy poco tiempo, ha pasado de ser una promesa a convertirse en una herramienta habitual en las empresas: desde redactar informes hasta generar líneas de código o responder correos. Pero junto con la eficiencia, han aparecido nuevos riesgos. ¿Qué pasa si un empleado introduce datos confidenciales en una aplicación de IA? ¿O si el contenido generado replica información sensible sin control?
La prevención de pérdida de datos (DLP) debe dar respuesta a estas nuevas amenazas. Y hacerlo en tiempo real. Symantec DLP Cloud se ha preparado justo para eso.
Lo que entra: proteger los datos antes del prompt
La primera barrera de seguridad está en los datos que alimentan a la IA. Symantec DLP permite identificar información sensible y, si es necesario, impedir que se envíe a herramientas generativas como ChatGPT o Copilot.
En un momento en el que muchos empleados utilizan IA sin autorización —lo que se conoce como shadow AI—, este control es clave. No es raro que alguien copie y pegue fragmentos de código, datos de clientes o presentaciones internas sin ser del todo consciente del riesgo.
Con Symantec, los equipos de seguridad pueden saber quién está usando qué herramienta, desde dónde y con qué datos. Una visibilidad que se convierte en la base de una gobernanza efectiva.
Lo que sale: vigilar el contenido que genera la IA
Pero no todo el riesgo está en lo que se introduce. El contenido generado también puede ser problemático. Muchas veces, estos textos, informes o líneas de código se crean a partir de información sensible… y no siempre heredan las etiquetas de seguridad del archivo original.
Aquí es donde entra en juego la supervisión automatizada de Symantec DLP. La solución escanea los nuevos contenidos generados por IA, los evalúa y aplica las políticas de clasificación definidas por la organización, sin depender del criterio del usuario final. Así se evita que documentos aparentemente inocuos salgan al exterior con información crítica camuflada.
Los pequeños gestos que provocan grandes brechas
Las fugas no siempre son obra de atacantes sofisticados. Muchas veces, todo empieza con un gesto cotidiano: copiar un fragmento de un documento y pegarlo en una IA para ver “qué sugiere”.
Symantec DLP detecta este tipo de comportamientos en tiempo real, bloquea el flujo si detecta riesgo y, si es necesario, lanza una alerta al usuario o al equipo de seguridad. Es una forma sencilla —y automatizada— de cerrar un frente que muchas organizaciones pasan por alto.
Controles invisibles, pero efectivos
Una de las virtudes de esta solución es que se integra en el día a día del usuario sin estorbar. Funciona desde el navegador, el endpoint, la nube o cualquier punto de entrada, aplicando controles sin fricción. Y todo ello con trazabilidad completa: qué datos se han visto comprometidos, cuándo, por quién y en qué contexto.
En resumen
La IA puede ser una gran aliada. Pero para que lo sea de verdad, hace falta ponerle límites. Symantec DLP Cloud permite proteger los datos sensibles antes de que lleguen a la IA, y también después, cuando se transforman en contenido nuevo. Un sistema que detecta, bloquea, clasifica y alerta con precisión y rapidez.
En un entorno donde cada segundo cuenta, tener esa capacidad de reacción marca la diferencia entre una organización segura y una expuesta.