La adopción de plataformas cloud gracias a un aumento de las inversiones en las organizaciones es un fenómeno imparable. Pero también lo es el aumento de los riesgos, el volumen de ciberataques y, por ende, los retos críticos a los que se enfrentas las empresas de todo tipo y tamaño, incluido el canal TIC.
Efectivamente, Cloud y Ciberseguridad son dos vías, dos caminos paralelos que, en los últimos tiempos, se han convertido en una misma realidad, viviendo una fase de crecimiento “problemático” que debe afrontarse con estrategias e ideas claras para la salud de las organizaciones.
Tecnologías en progresión impetuosa para 2025
En los últimos años, y especialmente en 2024, los mercados de la computación en la nube y la ciberseguridad en Europa han experimentado un crecimiento significativo, impulsados por la adopción de tecnologías innovadoras y la necesidad de proteger las infraestructuras digitales de amenazas cada vez más sofisticadas.
Durante el pasado año, y según varios analistas, mantuvo una progresión creciente sin precedentes, incluso por encima de la fase más aguda de la pandemia. Esta tendencia seguirá durante 2025, donde según Gartner, el gasto mundial en servicios de nube pública alcanzará los 723.400 millones de dólares, un incremento del 21,4% respecto a 2024.
Paralelamente, y según la misma fuente, el sector de la ciberseguridad también experimentará un aumento de inversión; el gasto mundial llegará a los 212.000 millones de dólares durante 2025, lo que supone un crecimiento del 15,1% respecto al año anterior.
Con estos datos en la mano, es justo pensar que vamos por el buen camino para mantener a las organizaciones seguras frente a los ciberataques, sin embargo, aún estamos muy lejos de esta realidad. Sin ir más lejos, los sectores manufacturero y sanitario se vieron especialmente afectados por ataques cibernéticos a nivel mundial durante el pasado año, tendencia que seguirá en boga durante este 2025.
La situación europea y la dificultad de elegir bien
De este modo, y en respuesta a este elevado número de amenazas, tal como se indicó anteriormente, las empresas europeas están aumentando la inversión en soluciones de ciberseguridad y adoptando tecnologías en la nube para mejorar la resiliencia y la eficiencia operativa. La integración de la inteligencia artificial en la nube está desempeñando un papel crucial, facilitando la automatización de los procesos empresariales y mejorando la seguridad de las infraestructuras digitales.
Innovación y una frenética carrera contrarreloj para proteger lo que hoy, más que nunca, se ha convertido en el activo más valioso: la continuidad del negocio, signifique lo que signifique. Sin embargo, se trata de una carrera con innumerables opciones sobre la mesa. Según un informe de Canalys, actualmente existen más de 6.000 marcas diferentes especializadas en seguridad en todo el mundo, lo que hace cada vez más difícil para integradores de sistemas, proveedores de servicios y en la nube y, en general, cualquier empresa, elegir la solución más adecuada.
Y es precisamente la dificultad de entender y elegir correctamente los servicios de seguridad más apropiados, en función de las necesidades específicas de cada uno, un motivo de riesgo. Una opción valiosa es la de apoyarse en un proveedor de servicios de ciberseguridad que pueda ofrecer diversas competencias, las mejores tecnologías, prevención y defensa constantes e ininterrumpidas. Es cuando la ciberseguridad se convierte en un servicio.
Ante tal escenario, todas las organizaciones deben estudiar y desplegar una estrategia precisa, adaptada y compuesta por ciertas competencias acordes a sus verdaderas necesidades. Adoptar aquella tecnología más innovadora en el ámbito de la nube y la ciberseguridad, se convierte en el inevitable quid de la cuestión.
Los conceptos de seguridad digital, nube segura y seguridad por diseño están ahí para guiar el desarrollo de la estratégica de Nube y Ciberseguridad en las empresas.
Emanuele Briganti, Director de Preventa de ReeVo