El mercado global de seguridad de red mantiene una trayectoria de crecimiento sostenido y se encamina a convertirse en uno de los pilares estructurales de la ciberseguridad empresarial. Así lo recoge, al menos, un informe de MarketsandMarkets, donde asegura que el sector pasará de mover 84.500 millones de dólares en 2025 a alcanzar los 119.700 millones en 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 7,2 por ciento .
Este avance no responde a un único factor, sino a la confluencia de varios cambios profundos en la arquitectura de las organizaciones. La expansión de los entornos híbridos y multicloud, el aumento del tráfico este-oeste dentro de los centros de datos, la generalización del cifrado —también por parte de los atacantes— y la desaparición progresiva del perímetro tradicional están obligando a las empresas a replantear por completo cómo protegen sus redes.
Hacia la plataforma
En este contexto, la seguridad de red ha dejado de ser un conjunto de dispositivos aislados para evolucionar hacia plataformas integradas que combinan firewall de nueva generación, detección y respuesta en red (NDR), control de acceso, seguridad web y capacidades cloud-delivered. La convergencia entre redes y seguridad, materializada en enfoques como SD-WAN seguro y SASE, se consolida como uno de los grandes motores de inversión, especialmente en organizaciones con infraestructuras distribuidas y usuarios remotos.
El informe sitúa a Norteamérica como la región con mayor cuota de mercado durante el periodo analizado. La madurez digital de las empresas, la elevada exposición a ciberataques sofisticados —desde ransomware hasta amenazas de Estado-nación— y un marco regulatorio exigente explican este liderazgo. Sectores como banca, sanidad, administración pública e infraestructuras críticas continúan destinando presupuestos relevantes a modernizar sus capacidades de seguridad de red, incorporando modelos zero trust, inteligencia de amenazas y servicios gestionados.
UTM a la cabeza
Desde el punto de vista tecnológico, uno de los segmentos con mayor crecimiento será el de Unified Threat Management (UTM). Estas soluciones, que integran múltiples funciones de seguridad en una única plataforma, están ganando tracción por su capacidad para reducir la complejidad operativa y los costes de gestión. Su adopción es especialmente relevante en pymes, oficinas remotas y organizaciones con recursos limitados, donde la eficiencia y la simplicidad se han convertido en factores clave.
También destaca el crecimiento del segmento de seguridad para redes de sucursal. La proliferación de oficinas distribuidas, tiendas, delegaciones y entornos conectados por SD-WAN ha convertido a cada sede remota en un nuevo punto de riesgo. Para hacer frente a este escenario, las empresas apuestan por políticas centralizadas, seguridad integrada en la conectividad y soluciones diseñadas específicamente para proteger entornos descentralizados sin replicar la complejidad de un centro de datos.
El ecosistema competitivo del mercado refleja esta transformación. Fabricantes tradicionales de seguridad y redes conviven con proveedores nativos cloud y especialistas en SASE, zero trust o seguridad de acceso, en un entorno donde la diferenciación pasa cada vez más por la integración, la automatización y el uso de inteligencia artificial para mejorar la visibilidad y la respuesta ante amenazas.
















