Las tecnologías emergentes como la nube, el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) están transformando la economía digital y las formas de trabajo, pero también incrementan la presión sobre la gestión del riesgo y las amenazas cibernéticas, que evolucionan constantemente. En este entorno de capacidades digitales descentralizadas, los expertos de /fsafe, la unidad de ciberseguridad de fibratel, han elaborado una lista de tendencias y predicciones para 2025. Sus pronósticos señalan la necesidad de que los departamentos de Seguridad TI adquieran capacidades flexibles y adaptables, priorizando las habilidades técnicas y la adopción de medidas que les permitan alcanzar la resiliencia organizativa, para así responder ágilmente a las amenazas. En resumen, se enfatiza la adaptabilidad y la resiliencia como claves para la ciberseguridad en el contexto de la transformación digital.
/fsafe destaca cuatro puntos clave para la ciberseguridad en 2025. Primero, la ciberresiliencia por diseño implica construir entornos seguros y flexibles que evolucionen con las amenazas y las necesidades del negocio, con planes de respuesta a incidentes que consideren riesgos emergentes y aseguren una rápida recuperación. Segundo, la IA, aunque útil para la defensa, también es utilizada por los atacantes, por lo que se necesitan medidas apropiadas como plataformas de gobernanza para asegurar un uso legal, ético y operativo. Se enfatiza la importancia de estrategias Zero Trust y soluciones SASE con IA para el personal de seguridad. Tercero, el ransomware sigue siendo una amenaza destructiva debido a su rentabilidad, con un aumento de intrusiones en la nube que exige la protección de todos los activos de TI, especialmente en entornos Cloud. Finalmente, la escasez de talento en ciberseguridad persiste como un reto importante, con una brecha global de millones de profesionales y miles en España, lo que subraya la necesidad de abordar este problema para fortalecer la seguridad.