“La aparición de la IA generativa está revolucionando el panorama de la nube”. Así de claro se muestra John Bradshaw, director de Cloud Computing Technology y Estrategia para EMEA de Akamai Technologies en un documento que recoge las predicciones en torno al Cloud Computing de la compañía para la región de EMEA. Habla el directivo de que la IA está redefiniendo los roles y elevando a los ingenieros a la cima y que está “fomentando la especialización en dominios de alta tecnología que exigen importantes inversiones de capital y hardware especializado.
Explica John Bradshaw que la automatización de las tareas rutinarias de la IA, tradicionalmente manejada por los ingenieros de la nube, libera su tiempo para centrarse en funciones más complejas e intelectualmente estimulantes. Dice el directivo que, más allá del mantenimiento rutinario, los ingenieros ahora pueden dedicar más tiempo a centrarse en las complejidades del diseño de soluciones innovadoras, la optimización del rendimiento y la resolución de problemas especialmente difíciles. “La sinergia entre la IA y la ingeniería en la nube está impulsando a los profesionales hacia una nueva era de creatividad y resolución de problemas dentro del cambiante panorama de la nube”, asegura el director de Cloud Computing Technology y Estrategia para EMEA de Akamai.
También prevé el directivo que los costes de salida se convertirán en el foco de un escrutinio cada vez mayor por parte de los clientes y observadores de la industria. Recuerda que en 2023 el bloqueo de la nube se convirtió en un gran reto y tema de discusión, y que en 2024 “podemos esperar que los costes de salida se conviertan en un tema aún más candente”.
La adopción de un enfoque multinube y multiproveedor puede ver reducidas sus ventajas “si los altos costes de salida impiden que las empresas puedan implementar esta estrategia de manera efectiva”, dice John Bradshaw, proponiendo centrar la atención en revisar y ajustar las prácticas estándar de los proveedores de la nube “para que la industria en su conjunto pueda responder a la demanda cambiante de los clientes y, en última instancia, brindar un mejor servicio”.
Plantea el directivo que los proveedores de la nube deben mantener la sostenibilidad en la agenda en medio de la incertidumbre económica. Explica que las empresas pueden verse tentadas a priorizar la rentabilidad sobre la sostenibilidad, pero que “es crucial reconocer que, incluso a corto plazo, descuidar la sostenibilidad puede tener consecuencias a largo plazo”. Según una investigación publicada por la Universidad de Cornell para 2025 los centros de datos consumirán el 20 por ciento de la electricidad mundial y emitirán hasta el 5,5 por ciento de las emisiones de carbono del mundo.
Asegura el directivo de Akamai que “lograr un equilibrio entre los avances tecnológicos, las realidades económicas y la responsabilidad ambiental plantea un desafío crucial para los proveedores de la nube. Al navegar por este delicado equilibrio, la industria no solo debe innovar para lograr la eficiencia, sino también defender soluciones sostenibles que resuenen con las prioridades cambiantes de las empresas y la comunidad global”.
La última tendencia que plantea John Bradshaw es que “la nube se acerca al Edge”. En opinión del directivo, la migración de recursos más cerca del Edge es un desarrollo fundamental en la evolución de Cloud Computing y proviene de la creciente demanda de los clientes de un acceso más rápido en un mayor número de ubicaciones a sus aplicaciones o plataformas. “El futuro de la arquitectura en la nube requiere precisión en la colocación de recursos para satisfacer la creciente demanda de servicios eficientes y receptivos. Para navegar por este terreno en evolución, los proveedores de la nube deberán facilitar activamente la gestión dinámica de recursos, haciendo hincapié en la flexibilidad y la capacidad de respuesta en nuestro entorno informático cada vez más distribuido”, dice el directivo.
Trasladar más Cloud Computing al Edge también significa que la gestión eficiente de los datos se centrará en el enfoque. El énfasis estará cada vez más en el procesamiento y la gestión de los datos lo más cerca posible de su fuente, mitigando la necesidad de una amplia transmisión de información a otros puntos. “Este enfoque no solo mejora la eficiencia, sino que también aborda los desafíos regulatorios y de cumplimiento asociados con la transferencia de datos, ofreciendo un entorno informático más seguro y optimizado”, dice John Bradshaw.