El crecimiento de las ciberamenazas, la adopción masiva de tecnologías emergentes y la escasez de talento especializado están impulsando la demanda de formación certificada en ciberseguridad. Según un estudio de MarketsandMarkets, el mercado global de certificaciones en este ámbito pasará de mover casi 4.000 millones de dólares en 2024 a superar los 8.000 millones en 2030. Esto supone un crecimiento anual medio del 12,4 % durante el periodo analizado.
El informe, titulado «Cybersecurity Certification Market by Certification Category, Target User, Delivery Mode – Global Forecast to 2030», identifica una tendencia clara: tanto empresas como profesionales individuales están apostando por las certificaciones como una herramienta clave para prepararse ante un entorno digital cada vez más complejo y expuesto.
Certificaciones como pasaporte profesional
Certificaciones como CISSP (Certified Information Systems Security Professional), CEH (Certified Ethical Hacker) o CompTIA Security+ se han consolidado como estándares de referencia en el sector. No solo validan competencias técnicas en áreas críticas como la gestión de riesgos, la respuesta ante incidentes o la protección de infraestructuras, sino que también se perciben como un sello de calidad ante posibles empleadores.
Además, el informe destaca que los profesionales que apuestan por la formación continua y el aprendizaje práctico son más capaces de adaptarse a los cambios y de aportar valor en un entorno donde las amenazas evolucionan constantemente.
Estados Unidos marca el paso
A nivel geográfico, Estados Unidos seguirá liderando la demanda de certificaciones. La necesidad urgente de profesionales cualificados que puedan hacer frente a ciberataques cada vez más sofisticados —muchos de ellos vinculados al uso de tecnologías como la nube, la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas— está detrás de este liderazgo. La transición al trabajo remoto y la creciente inversión empresarial en programas de formación han reforzado esta tendencia.
TI, el sector más exigente con la formación
Por sectores, el informe señala que las empresas de tecnologías de la información y servicios relacionados (TI e ITeS) son las que más recurren a este tipo de formación. Su alta exposición a amenazas como el ransomware, el phishing o el robo de datos, junto con las exigencias regulatorias (como el GDPR o la HIPAA), hace imprescindible contar con personal certificado y actualizado. Además, la integración acelerada de nuevas tecnologías en los procesos de negocio introduce nuevas vulnerabilidades que exigen una preparación específica y actualizada.
La formación online, gran protagonista
La modalidad online es la que más está creciendo dentro del mercado de certificaciones, gracias a su flexibilidad, menor coste y alcance global. La pandemia aceleró el uso de plataformas virtuales para la formación, y esta dinámica ha llegado para quedarse. Cursos accesibles desde cualquier lugar, contenidos actualizados en tiempo real y métodos interactivos (como simulaciones o vídeos) hacen que cada vez más profesionales elijan esta vía para mejorar sus competencias.
El mercado de certificaciones en ciberseguridad no solo está dominado por empresas estadounidenses. Europa cuenta con actores muy relevantes como SGS (Suiza), DEKRA y TÜV SÜD (Alemania), Bureau Veritas (Francia) o Eurofins Scientific (Luxemburgo), que ofrecen programas reconocidos y adaptados a normativas locales e internacionales.
La formación certificada en ciberseguridad ya no es una opción, sino una necesidad. En un entorno donde la transformación digital es imparable y las amenazas no dejan de evolucionar, contar con profesionales bien preparados se ha convertido en una prioridad estratégica para empresas de todos los tamaños y sectores. El crecimiento del mercado de certificaciones refleja una conciencia cada vez mayor sobre la importancia del conocimiento, la actualización constante y la profesionalización en la defensa del mundo digital.