El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha abierto una investigación antimonopolio sobre la propuesta adquisición de Wiz por Google, una operación valorada en 32.000 millones de dólares que podría convertirse en la mayor compra de una empresa tecnológica israelí y en una de las mayores en el sector de la ciberseguridad.
El escrutinio se centra en el posible impacto que la integración de Wiz en Google Cloud tendría sobre la competencia en el mercado de la seguridad en la nube, dominado por gigantes como Microsoft y Amazon. Según fuentes cercanas a la revisión, el DOJ está evaluando si la consolidación de estas plataformas podría limitar la diversidad de proveedores y restringir la innovación en un sector clave para la protección de la información.
La revisión, que se encuentra en una fase preliminar, contempla conversaciones con ejecutivos de Google, representantes de Wiz, clientes y competidores, y podría extenderse por varios meses. Los analistas señalan que, aunque la integración de Wiz permitiría a Google potenciar su oferta de soluciones integrales en entornos multi-cloud, existe la preocupación de que dicho movimiento concentre demasiado poder en manos de una sola empresa.
Un aspecto relevante de la operación es la cláusula de «breakup fee» acordada entre las partes: en caso de que el acuerdo no se concrete por el rechazo regulatorio, Google pagará a Wiz más de 3.200 millones de dólares, cifra que representa más del 10 % del total del negocio. Esta indemnización, inusualmente alta para operaciones de este tipo, refleja el alto riesgo que implica una posible intervención del regulador.
Los antecedentes recientes de Google también han contribuido a la cautela del DOJ. La compañía se enfrenta en la actualidad a demandas y fallos que la acusan de ejercer prácticas monopolísticas tanto en el mercado de búsquedas como en el ámbito publicitario. En este contexto, la adquisición de Wiz se suma a otras transacciones tecnológicas polémicas, como la compra de Mandiant en 2022, que han encendido las alarmas de los reguladores.
La operación se presentó al mercado en marzo de 2025, coincidiendo con cambios en la administración y en el entorno regulatorio de Estados Unidos. Sin embargo, la revisión actual podría retrasar significativamente el cierre del acuerdo, que de concretarse, se espera se materialice en 2026.
Si finalmente la operación se frustra, Wiz no sólo se quedaría con una importante compensación económica, sino también con una imagen reforzada en el mercado: una empresa independiente, deseada y con recursos para seguir creciendo o incluso salir a bolsa. Para Google, en cambio, el revés sería estratégico: perdería una pieza clave en su apuesta por liderar la seguridad en la nube frente a Microsoft y Amazon, y sumaría otro desencuentro con los reguladores. Y para el sector en general, el mensaje sería claro: las grandes operaciones en ciberseguridad, sobre todo si afectan al entorno cloud, estarán cada vez más vigiladas por las autoridades. Una señal que puede enfriar futuras fusiones, pero también abrir nuevas oportunidades para quienes sepan moverse en este nuevo tablero regulatorio.