Tras publicar el informe anual The Artificial Future: Trend Micro Security Predictions for 2025, Trend Micro deja claro que el cibercrimen se perfila como una de las mayores amenazas del siglo XXI. Impulsado por la inteligencia artificial, este fenómeno está creciendo a un ritmo alarmante, con un costo global estimado de más de 10 billones de dólares para 2025. En España, la situación no es ajena a esta tendencia, con un aumento proyectado del 7,16% anual en los próximos cinco años.
Sin embargo, esta creciente amenaza está generando una mayor conciencia entre las empresas españolas, que están invirtiendo cada vez más en Ciberseguridad, como recoge el el informe Global Digital Trust Insights 2025 de PwC, donde se recoge que el 77 % de las empresas españolas planea aumentar su presupuesto en esta materia este año, demostrando un compromiso con la protección de sus activos digitales.
Las cadenas de suministro digitales y los entornos en la nube se convertirán en el talón de Aquiles de muchas organizaciones en 2025. Al comprometer un solo eslabón de estas cadenas, los cibercriminales pueden desencadenar una reacción en cadena que afecte a múltiples empresas e incluso a infraestructuras críticas. Grupos como Lazarus y Turla han demostrado la devastación que pueden causar al explotar estas vulnerabilidades. La creciente dependencia de estas redes hace que los ataques sean cada vez más peligrosos y de mayor impacto.
Por otra parte, los entornos en la nube se han convertido en un objetivo principal para los cibercriminales. Configuraciones incorrectas y medidas de seguridad deficientes exponen a las empresas a riesgos significativos, como la filtración de datos y la propagación de ataques. Los atacantes aprovechan vulnerabilidades zero-day y la inteligencia artificial para desarrollar ataques altamente personalizados y sofisticados, lo que aumenta la complejidad de la ciberseguridad.
Trend Micro propone una estrategia de ciberseguridad proactiva para hacer frente a las amenazas emergentes. Esto incluye el uso de herramientas de detección avanzadas basadas en IA, la capacitación de los usuarios y el cumplimiento de las nuevas regulaciones como NIS2 y DORA. Al adoptar un enfoque integral, las organizaciones pueden identificar y mitigar los riesgos de manera efectiva, protegiendo sus activos y garantizando la continuidad de sus operaciones.