Según recoge el último estudio de IDC, el gasto en hardware, software y servicios relacionados con ciberseguridad alcanzará los 300.000 millones de dólares en 2026 impulsado por el incremento de los ciberataques, así como la necesidad de proporcionar entornos de trabajo híbrido seguros y cumplir con los requisitos de privacidad y gobernanza de datos.
Dice Serena Da Rold, associate research director de IDC, que “casi todos los sectores y segmentos de tamaño de empresa experimentarán un crecimiento de dos dígitos hasta 2026, impulsado por la expansión de los despliegues de nubes y contenedores.
Los sectores que realizarán las mayores inversiones en productos y servicios de seguridad en 2023 son la banca, la fabricación, servicios profesionales y la administración pública. Tanto los bancos como los fabricantes invertirán aproximadamente a partes iguales en software y servicios, y los mayores gastos se destinarán a servicios de seguridad gestionados para protegerse de los ciberataques.
En comparación, los servicios profesionales verán inversiones notablemente mayores en software centrado en la gobernanza, el riesgo y el cumplimiento (GRC) y la seguridad del endpoint.