Cloud, entornos híbridos, identidades distribuidas y una presión constante por automatizar procesos están redefiniendo la forma en la que las organizaciones gestionan la seguridad. Desde esta perspectiva, ManageEngine aporta una visión muy ligada a la operación diaria de IT y ciberseguridad.
“La IA tiene sentido cuando reduce carga y mejora decisiones”
Andrés Mendoza, director técnico para el sur de Europa y LATAM de ManageEngine, pone el foco en la necesidad de recuperar visibilidad y control en un escenario cada vez más fragmentado. Asegura durante una entrevista en vídeo que el mercado ha avanzado claramente en madurez, pero también muestra signos evidentes de saturación. Los equipos de IT y seguridad deben gestionar más herramientas, más alertas y más responsabilidades que nunca. “No es sólo un problema de amenazas, sino de sobrecarga operativa”, señala.
Uno de los cambios más relevantes de 2025 es, para Mendoza, la convergencia real entre los equipos de IT y ciberseguridad. La seguridad ya no puede abordarse como un silo independiente, sino como parte integral de la gestión de sistemas, usuarios y servicios. Esta integración resulta clave para responder con rapidez y coherencia en entornos híbridos, donde una incidencia técnica puede convertirse rápidamente en un incidente de seguridad.
Identidad y accesos como eje transversal
En línea con una de las grandes tendencias del especial, Mendoza sitúa la identidad en el centro de la estrategia. El crecimiento de accesos remotos, servicios cloud y cuentas privilegiadas ha convertido la gestión de identidades en un reto continuo. “No basta con controlar quién accede, hay que entender cómo y en qué contexto lo hace”, explica, subrayando la importancia de políticas dinámicas y visibilidad continua.
La falta de talento y la presión operativa están impulsando la automatización como palanca imprescindible. Desde ManageEngine destacan el papel de la inteligencia artificial y el machine learning para correlacionar eventos, reducir falsos positivos y acelerar la respuesta. “Automatizar no es opcional, es la única forma de escalar”, afirma.
Observabilidad y control del entorno
La visibilidad completa del entorno se ha convertido en una prioridad. Desde la visión de ManageEngine, contar con herramientas que ofrezcan observabilidad integrada sobre infraestructura, aplicaciones, usuarios y dispositivos es clave para detectar anomalías a tiempo y tomar decisiones informadas. La fragmentación de herramientas, advierte Andrés Mendoza, acaba generando puntos ciegos que los atacantes saben aprovechar.
En el discurso de ManageEngine, la inteligencia artificial aparece menos como un concepto disruptivo y más como un apoyo práctico. Casos de uso como la priorización de alertas, la detección de comportamientos anómalos o la automatización de tareas repetitivas ayudan a liberar recursos humanos y a mejorar la calidad de la respuesta. “La IA tiene sentido cuando reduce carga y mejora decisiones”, resume Mendoza.
Mirando a 2026: simplificar para resistir
De cara a 2026, Andrés Mendoza anticipa que el gran reto será simplificar sin perder control. Menos herramientas inconexas, más plataformas integradas y una gestión unificada de IT y seguridad marcarán la diferencia. Con amenazas persistentes y entornos cada vez más distribuidos, la capacidad de operar de forma eficiente será tan importante como la propia protección tecnológica.
En 2026, las organizaciones que logren integrar gestión de IT, seguridad, identidad y automatización estarán mejor preparadas para responder a un entorno acelerado. Más que añadir capas, el reto pasa por ordenar, simplificar y ganar visibilidad.















