Check Point ha presentado sus resultados financieros del último trimestre, destacando un crecimiento del 11% en facturación impulsado por la demanda de sus soluciones avanzadas en seguridad perimetral, protección en la nube y defensa frente a amenazas avanzadas. La compañía ha destacado el buen desempeño de su línea Quantum y Quantum Force, fundamentales en su portfolio de seguridad de red, junto con Infinity, su plataforma integrada de ciberseguridad, y su oferta de seguridad para correo electrónico.
Estos resultados llegan en un momento clave para la empresa, marcado por la transición de liderazgo. Gil Shwed, fundador y CEO durante más de tres décadas, deja su puesto para asumir el rol de presidente ejecutivo, cediendo el mando a Nadav Zafrir, quien asume la dirección con una visión centrada en la innovación y la inteligencia artificial. Shwed expresó su satisfacción con el estado actual de la compañía y la confianza en que su sucesor llevará a Check Point a “nuevas alturas”.
Reorganización estratégica y apuesta por la IA
Zafrir, con una sólida trayectoria en seguridad ofensiva y defensiva, así como en innovación dentro del ecosistema Team-8, llega con una visión que busca acelerar la adopción de IA tanto en defensa como en detección de amenazas. En su intervención, reconoció que el sector se enfrenta a una nueva asimetría entre atacantes y defensores, y que es necesario un cambio de enfoque para mantenerse por delante de los cibercriminales.
Para ello, la compañía ha anunciado una reestructuración clave en su modelo de negocio:
- Se ha creado un nuevo puesto de Chief Revenue Officer (CRO), encargado de alinear la estrategia de producto con la organización de ventas, mejorando el time-to-market y la adaptación a las necesidades del cliente.
- Se fortalecerá el área de seguridad en la nube y SaaS, con especial énfasis en el crecimiento de su solución SASE, una tecnología clave para la protección de entornos híbridos y modelos de trabajo remoto.
- Se potenciará el desarrollo de soluciones basadas en IA para automatizar procesos de detección y respuesta (XDR), con el objetivo de mejorar la orquestación de seguridad y la reducción del tiempo medio de detección (MTTD).
Uno de los puntos destacados ha sido el crecimiento del negocio de seguridad de correo electrónico de Check Point, que ha superado los 100 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales (ARR) y ha logrado entrar en el Cuadrante Mágico de Gartner. Este segmento, históricamente dominado por soluciones de gateway tradicionales, se está viendo desafiado por amenazas cada vez más sofisticadas que requieren detección avanzada basada en IA, análisis de comportamiento y sandboxing dinámico.
La compañía también ha reforzado su apuesta por SASE, combinando su experiencia en prevención de amenazas con su capacidad de inspección profunda de tráfico (DPI) para ofrecer una solución unificada, con menor latencia y mayor escalabilidad.
Zafrir subrayó la importancia de la inteligencia artificial (IA) en la ciberseguridad, no sólo como una herramienta para la protección, sino también como un recurso clave para simplificar y unificar las soluciones de Check Point.